Ilustradora: Rosana Faría
Editorial: Libros del Zorro Rojo
Este cuento es muy especial porque, su protagonista, Tomás, no puede ver los colores, pero los percibe con el resto de los sentidos. En cada página habla de un color y da claves para identificarlo como "el amarillo sabe a mostaza, pero es suave como las plumas de los pollitos".
Todas las páginas son negras, con un texto en blanco y en Braille. Las ilustraciones están resaltadas en negro para tocar.
Es fantástico para ponerse en el lugar de otros y conocer el mundo "de otra manera".